Deportes Parapanamericanos Voluntariado

Yo, Mariana Recabarren: “Jamás viví una experiencia tan linda como esta”

A sus 70 años, esta encomiable voluntaria no quiere dejar partir a Santiago 2023. Ha estado en varios deportes, de los cuales la boccia se convirtió en su disciplina favorita. “Da pena volver a la rutina, son todos muy amables y cariñosos. Le tomé apego a estar a ciertas horas, levantarme temprano. Es una necesidad imprescindible”, comenta. Lee su testimonio en primera persona.

“Soy Mariana Recabarren, tengo 70 años y vivo en Maipú. He sido voluntaria de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, estuve en atletismo, vóleibol, rugby seven, fútbol con parálisis cerebral y en eventos previos a los Juegos de judo y boccia. Donde se necesiten mis servicios, ahí voy.

He hecho de todo, por ejemplo atender al público, guiarlo cuando llega al estadio, indicarle por dónde tiene que ir, dónde tiene que formarse, muchas cosas. Esto ha sido súper lindo, algo magnífico y una enseñanza gigante, uno aprende mucho de las personas. Hay mucho compañerismo y cariño, se hacen amistades. El trato del staff es muy bueno. Jamás viví una experiencia tan linda como esta.

Aprendí de deportes que no conocía y a convivir con todas las personas, somos todos iguales, debemos ser más inclusivos con los demás. Siempre estuve dispuesta y con voluntad a colaborar donde faltaban voluntarios, eso fue lo principal. 

Conocí a la organización un día en Algarrobo, bajé a ver a la playa y me dijeron que me podían inscribir. Yo quería, les dije que no sabía, que nunca había participado en nada, también no estaba segura por la edad. Cuando me dijeron que no había tope, respondí: ‘¡Inscríbanme!’. Al principio me costó, pero al final logré aprender bien y tratar de ser cada día mejor. Eso mismo me ha llevado a donde estoy ahora.


Voluntarios y voluntarias apoyando la entrada de los equipos en el fútbol con parálisis cerebral, disputado en el Estadio Bicentenario de La Florida (Foto: Photosport).

Me moví siempre en locomoción, no tengo problemas, no tengo flojera. Cuando se trata del voluntariado, tengo que ir a trabajar o necesitan algo, yo voy. Cuidé mucho tiempo a mi hija cuando chica y después a mi nieta, no tuve tiempo para mí. Ahora que están todas grandes, tuve tiempo y dije: ‘Lo voy a hacer’. Crecí como persona y me ayudé a mí misma.

He notado que la gente nos respeta más, nos mira con admiración cuando nos ven con el uniforme. Los choferes de la locomoción son más amables con uno, eso me hace renacer, vuelvo a florecer. A mi edad no me quedo atrás, espero tener otra oportunidad de servir como voluntaria. Trabajo todavía en una oficina de asesoría financiera, tuve permiso para los Juegos.

No quiero volver a la rutina, da pena, uno ya se acostumbra a las personas, son todos muy amables y cariñosos. Le tomé apego a estar a ciertas horas, levantarme temprano. Es una necesidad imprescindible. No tenía frío para levantarme. Aprendí a ser más solidaria, amable y empática con la gente. Me encantó la boccia, no lo conocía, incluso después que terminó la jornada nos enseñaron cómo se jugaba y es entretenido”.

Escrito por: Vicente Vásquez Feres.
Foto principal: Sergio Maureira / Santiago 2023.

COMUNICACIONES SANTIAGO 2023
Correo: comunicaciones@santiago2023.org
Instagram: @santiago2023oficial
Instagram Mascota: @fiusantiago2023
Twitter: @santiago2023
Facebook: /Santiago2023oficial
Youtube: @Santiago2023oficial
TikTok: @Santiago2023oficial
Flickr: @Santiago2023
 

Más noticias