El defensor de la selección mexicana de fútbol para ciegos, Reinaldo “Rey” Rivera, no le teme al agua fría. Le encanta, tras los entrenamientos, venir a la piscina de crioterapia, donde se relaja y puede recuperarse de los dolores y aquilatar la fatiga.
“Sirve muchísimo, estamos súper acostumbrados. El profe dice que se aguanta con la mente y lo creo así”, dice Rivera, quien hoy debuta frente a Brasil, en el Centro de Deportes Paralímpicos del Parque Estadio Nacional.
En el policlínico de la Villa Parapanamericana se encuentran las instalaciones de crioterapia. Florencia Blachet, kinesióloga del lugar, explica que caben como máximo 3 personas en las piletas y que el agua tiene una temperatura mínima de cinco grados. “Los atletas de deportes colectivos son quienes más las usan”, agrega.
Cristiano Ronaldo lo hace, la campeona olímpica Jessica Ennis-Hill también. Es algo habitual entre los deportistas de alto rendimiento, por lo que estos “baños de hielo”, según Blachet, sirven para la “disminución de la temperatura corporal, la inflamación, aumenta la circulación sanguínea y acelera la recuperación de las lesiones”.
El policlínico, además de estas piscinas de recuperación, cuenta con un variado equipo de profesionales de la salud, incluso con urgenciólogos. Para recibir a dos mil atletas durante los Juegos, también se suman servicios de deportología, oftalmología, traumatología, toma de exámenes, farmacia y enfermería.
Por: Pablo Apablaza/Santiago 2023.
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