Hermanos Mansilla armaron a pulso su propia bicicleta para correr por Chile en los Juegos Parapanamericanos

Con un 10% de visión en sus ojos, el Para ciclista Matías Mansilla competirá en el velódromo del Parque Peñalolén en tándem: irá sentado en el sillín trasero, con su hermano Marcelo como piloto vidente en el asiento delantero. Una historia para emocionarse.

La falta de recursos no es excusa para no salir adelante y bien lo saben los hermanos Matías y Marcelo Mansilla, quienes en estos Juegos Parapanamericanos quieren demostrar que el esfuerzo y la inventiva pueden más que el dinero.

Hasta hace ocho meses Matías no tenía una bicicleta adaptada para competir y clasificar a Santiago 2023. “Le dije a mi hermano que mi sueño era llegar a los Juegos Parapanamericanos y le pregunté si me ayudaba a armar una 'bici'. Me dijo que sí, la empezamos a fabricar y la terminamos un día antes del selectivo que nos dio pasajes para los Juegos”.

En esa bicicleta y ya clasificados a los Parapanamericanos, Matías y su hermano Marcelo comenzaron a aumentar sus horas de entrenamiento en pista, pero con la dificultad de que para practicar en ruta “teníamos que desarmarla y volverla a armar, con otros frenos y otros cambios, y después para regresar al velódromo, nuevamente teníamos que meterle mano por completo, con piñones fijos y otras cosas”, cuenta Matías.

Finalmente, los Mansilla decidieron cortar por lo sano: en las pruebas de ruta por las calles de Isla de Maipo (19 al 26 de noviembre) competirán en una bicicleta adaptada que les prestó un amigo, también Para ciclista, y la “bici” que fabricaron ellos mismos la van a ocupar en el velódromo del Parque Peñalolén, en tándem, con un piloto vidente, el 23 y 24 de noviembre.

“La bicicleta está lista, ya la tenemos armada. Estoy muy agradecido de mi hermano, por ayudarme siempre, él fue el que puso el ojo fino y yo fui su ayudante”, señala Matías, quien posee sólo un 10 por ciento de visión en ambos ojos.

“Nací con esa discapacidad que no tiene cura ni tratamiento en ninguna parte del mundo, pero siempre he sacado fuerzas y ganas de vivir. Con mi hermano hemos entrenado harto para representar muy bien a Chile”, destaca Matías.

- ¿Cómo entrenan, cómo lo hacen?

- Mi hermano va adelante, porque no tiene ningún tipo de discapacidad, y yo voy en el asiento trasero. Ya es tanta la conexión que tenemos que sólo tengo que hacer un sonido para que mi hermano me pase el cambio que necesito, ya nos conocemos bastante.

- ¿Cuáles son sus expectativas en los Juegos Parapanamericanos?

- ¡Vamos por una medalla! Estamos andando muy bien, fuimos a entrenar a Argentina, también anduvimos en Brasil y ya estamos pedaleando a más de 50 kilómetros por hora, lo que es muy bueno.

Ya atardece en la Villa Panamericana de Cerrillos, el cielo se arrebolea y Marcelo Mansilla se une a la conversación para asegurar que, mientras la vida se lo permita, siempre estará para su hermano Matías. “Lo quiero porque es el mejor, es un ganador a base de alma y esfuerzo”.

Me despido de Matías y Marcelo, con abrazos, pleno, emocionado y con la satisfacción de que hay personas que alegran la vida sólo con sonreír… y pedalear siempre para delante.

Por: Carlos Godoy

 

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